Bocineros Deidar Xtreme 2018 - Del Km 89 al Km 163 - ultrarunnerdreams
Sueños de un corredor de carreras de ultra distancia.
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Bocineros Deidar Xtreme 2018 – Del Km 89 al Km 163

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Bocineros Deidar Xtreme 2018 – Del Km 89 al Km 163

Nos habíamos quedado en Balmaseda, con los pies al aire terminando de cenar. Antes de proseguir nuestro camino, me di un masaje con crema hidratante para los pies, calcetines limpios y a por el segundo par de zapatillas, las elegidas han sido unas Scott RC Ultraque tienen buen agarre, buena estabilidad, no pesan demasiado y son un poco amortiguadas. La sensación al ponerlas fue muy agradable. Estas inicialmente harán aproximadamente 75 kilómetros, pero con unos pies que ya llevan 89 km. 
 

El primer tramo de la carrera la he realizado con unas Inov8 Trailroc 285, es una zapatilla ligera, de horma estrecha, pero sin agobiar, que te permite ir rápido y su vez te protege los pies. Creo que es una zapatilla perfecta para el tipo de terreno de esta primera parte de la carrera, donde prácticamente no ha habido barro, si roca y donde no era necesario un taco demasiado grande


Una vez, comprobado que llevamos todo salimos Mario y yo de la base de vida. Me despido de la familia hasta Sodupe. Por delante un tramo no muy complicado pero que se inicia con un fuerte ascenso.

Recorte Noche
Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com
Enseguida, dejamos atrás las luces del pueblo y estamos de nuevos solos, en la oscuridad del bosque, solo perturbada por las luces de nuestras frontales. La primera subida es bastante fuerte pero el camino no es nada técnico y el cuerpo no sufre especialmente. Tras un rato llegamos a la parte más alta de la subida o eso pensábamos ya que todavía hay más, giramos a la izquierda y atravesamos un bosque que nos lleva hasta el collado que da acceso a la cima más alta de este tramo del recorrido (Trasmosomos 703 m)
 
La bajada es muy fuerte y debemos tener cuidado para no forzar los cuádriceps, ni castigar demasiado los dedos de nuestros pies. Afortunadamente no resbala y podemos bajar sin incidentes. Ha esta subida, le siguen otros toboganes menores. Antes de llegar al avituallamiento de Rigadas (km 97) tenemos que bajar una fuerte pendiente que nos lleva directamente al avituallamiento. Se agradece terminar de bajar, no tanto por la dificultad sino por el miedo a hacernos daño. Tras comer y beber tranquilamente nos despedimos de nuestros amigos del avituallamiento y comenzamos una última subida tras la cual todo será bajada hasta Sodupe.
La bajada por el bosque está un poco rota y es un poco incomoda, pero se desciende sin ningún problema. Estamos en modo seguro para intentar en este tipo de bajadas gastar lo menos posible. Ni se nos ocurre hacerlas corriendo, aunque se pueden sin ningún problema. Pronto dejamos atrás el bosque y llegamos al inicio de la pista asfaltada que lleva a Sodupe. En vez de seguirla tomamos una senda a la derecha por donde va el gas que no está asfaltada y donde los pies pueden ir más descansados. Tras unos minutos alcanzamos de nuevo la pista asfaltada que ya no dejaremos hasta el avituallamiento. Allí nos espera la familia, muchas risas y bromas mientras comemos y bebemos, nos tomamos un café que me sabe a gloria y continuamos nuestro camino. 
Estamos un poco nerviosos, ahora nos toca superar una de las dificultades más importante de esta carrera, el Ganekogorta pero antes debemos superar el Galarraga, desnivel en estado puro. Mario se pone delante y marca el ritmo de la subida, esta discurre entre pinos en un entorno muy bello, pero de gran desnivel. Miramos con las frontales y las balizas están alineadas y parece que van a llegar al cielo. Mejor no mirar que sino no subimos. Mario ha puesto un buen ritmo y yo pegado sin pararnos en ningún momento a descansar. Este tipo de desniveles hay que quitárselos de golpe o se pueden hacer eternos. Tras una breve tregua gracias a un corto tramo de pista atacamos pegados a la valla la parte final que nos lleva fuera del bosque. Esta última parte es herbosa y no tenemos protección contra el viento que ha comenzado a soplar con fuerza. Poco a poco la niebla hace acto de presencia y casi sin saber donde estamos llegamos a la cima donde nos esperan dos seres mitológicos para ayudarnos a destrepar la canal del Galarraga. Está asegurada por varias secciones de cuerda sin ningún tipo de dificultad, pero se debe andar con cuidado porque una caída supondría el final de la aventura. Antes hablada de mitológicos porque no es posible que un humano simplemente con un plumífero aguantase lo que estaban soportando estos dos fenómenos. Increíble el trato humano que nos dieron y el cariño con el que nos explicaron la bajada para no hacernos daño.
Tras la bajada, no había que relajarse quedaban dos resaltes de roca un poco técnicos, pero sobre todo la hierba humedecida por la niebla que resbalaba mucho y que algún susto dio.
La niebla cada vez es más cerrada y el frío más intenso. Debido al viento intenso, muchas marcas han desaparecido y vamos un poco por instinto. Yo conozco la zona y voy por delante comprobando cada poco nuestra ruta con el track se me está haciendo un poco largo y no terminamos de llegar a la bajada del Ganekogorta. Por fin, la vemos a la derecha en un instante que se mueve la niebla. De aquí, a la cima son 300 metros. No se ve nada, Mario cree oír el ruido de un generador, yo pienso que empieza a alucinar, pero no al poco lo oigo yo (igual es que alucinamos los dos). Seguimos subiendo, dejando el cortado a la derecha y tras unos minutos vemos una luz y al de poco distinguimos la tienda de campaña que han puesto en la cima. Lo hemos conseguido, lo hemos encontrado.
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Foto: Bocineros Deidar Xtreme
Bebemos rápidamente y conversamos con ellos brevemente sobre la niebla y el frío que hace. Durante toda la noche, les ha tenido muy ocupados ayudando a participantes que se habían despistados o que no sabían bajar. Les indico que conozco la bajada y que no se preocupen, así que tras el último saludo rápido para abajo.
Llegamos al punto de bajada sin incidentes y seguimos bajando entre la niebla. En este punto el camino se abre en una hoya y hay que tener cuidado de no perder la senda porque sino la bajada se complica. Esta tiene bastante desnivel y las piedras están sueltas, pero por lo demás no presenta ninguna dificultad.
Alcanzamos el avituallamiento de Kurtziaga y aquí comienza a salir el sol, nada que ver con el tiempo de la cumbre. Comemos y bebemos tranquilamente, aquí nos alcanzan Joan(corredor catalán) y Alfonso(corredor bilbaíno). Con ellos comentamos brevemente antes de proseguir la marcha lo complicado que se ha puesto Ganekogorta.
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Foto: Amurrio Trail Taldea
Ahora caminamos a buen ritmo por una pista que nos llevará hasta el Kamaraka (797 m) que dejaremos a nuestra izquierda. A partir de este punto todo bajar. A pesar de lo pendiente de la bajada, la pista no está muy ruta y se puede correr bastante bien. Llevamos por delante a pocos menos a Alfonso que ha decidido ir un poco más rápido. Le alcanzamos a la llegada a Arakaldo y tras una subida inesperada llegamos al avituallamiento. La familia estaba dando ánimos justo a la entrada de Arakaldo y tras pasar nosotros se han ido a por su merecido desayuno.
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Foto: Amurrio Trail Taldea
En el avituallamiento de Arakaldo, nos sentamos, comemos y bebemos tranquilamente. Está empezando a dar el sol y ahora nos espera una dura subida al Untzueta (766 metros). La subida es larga pero no tiene ninguna complicación y después de la del Galagarra, se nos hace corta. Las vistas son impresionantes. No puedo evitarlo y me pongo a nombrarle a Mario todas las cimas que vemos, no lo puedo evitar.
El calor empieza a notarse y además el sol nos da de frente. Superamos la zona de la arista, que, aunque un poco expuesta no tiene ningún problema y se avanza a buen ritmo. Antes de llegar al avituallamiento de Bikotzagane nos queda recorrer una sierra de 7 kilómetros sencilla pero que en la parte inicial está muy despejada y es donde comenzamos a tener problemas con el sol. Afortunadamente la parte final discurre entre arbolado y no nos da el sol tan directo. El cordal acaba en Bikotzagane, este tramo rocoso es especialmente delicado y está lleno de agujeros y simas que pueden poner en peligro nuestras piernas, Nuestro nivel de atención de máximo a pesar de que de frente las vistas son maravillosas. Ya tendremos tiempo.
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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com
En esta zona rocosa me encuentro con la familia que nos indican el mejor camino a seguir y en unos minutos conseguimos bajar a la seguridad de la pista, no pensaba que algún día diría esto, pero lo único que queremos es ir pasando kilómetros sin hacernos daño. Intentamos, ante todo hacer los esfuerzos justos.

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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com
Comemos, bebemos, nos sentamos a la sombra de la carpa y comentamos tranquilamente lo que nos queda. Salimos del avituallamiento después de despedirme de los míos. El tramo hasta Pagomakurre es sencillo y bastante cómodo, pero hace mucho calor y es complicado concentrase en la carrera. Poco a poco vamos haciendo camino, estoy pasando un momento muy complicado, me estoy durmiendo y me cuesta no cerrar los ojos. 

Voy mosqueado porque físicamente voy muy bien, pero me duermo. Antes de llegar a Pagomakurre hay un aparcamiento donde conozco que hay una fuente y paramos a mojar la gorra; esto me refresca y me despierta. Enseguida llegamos a la fuente de Pagokurre y volvemos a refrescarnos la gorra y a cambiar el agua de un botellín. La subida hasta el refugio de Arraba se hace más rápido de lo esperado. Poco a poco he conseguido superar el sueño, como, bebo bien y físicamente estoy muy bien. Salimos muy animados del refugio y camino a la cruz de Gorbea subo a un ritmo bastante alto, pero sin embargo controlando el esfuerzo. Las vistas desde la cima son espectaculares. 

 
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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com

Tras conversar brevemente con los voluntarios del control de Gorbeia bajamos dirección el paso de Atxuri. El desnivel de bajada es realmente muy fuerte y tenemos que tener cuidado para no reventarnos los pies, todavía queda carrera. La fuerza del sol está bajando, pero sigue pegando muy fuerte. El paso de Atxuri, lo hacemos con mucho cuidado, no es peligroso, pero hay que tener cuidado porque casi siempre resbala mucho.

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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com
Bajamos muy rápidamente camino de Saldropo, enseguida llegamos al aparcamiento y a partir de aquí es una pista muy corredera que nos lleva hasta el avituallamiento de Barazar. Allí esperaba la familia animando y dándonos mucha fuerza. La parada fue un poco más corta, teníamos muchas ganas de llegar a Urkiola. 

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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com

Para llegar a la segunda base de vida, tenemos que subir el monte Saibigain (954 m). Pero antes tenemos que pasar por el alto de Dima que se alcanza, curiosamente bajando. Desde aquí sale, una pista fácil que nos llevará hasta a Urkiola. La subida al Saibigain, la podemos dividir en tres partes: una primera de aproximación hacia sus laderas, un segunda que discurre por el bosque a través del que poco a poco se va cogiendo altura y finalmente la parte superior cimera que se encuentra totalmente despejada dominada por una enorme cruz de piedra en recuerdo de todos los muertos durante la guerra civil en la conquista de esta atalaya estratégica. 

 
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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com

He subido Saibigain a un ritmo alto, necesita ir rápido es como si quisiera convencerme de que estaba bien. A pocos metros llega Mario que va como un cohete. 

 
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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com

Las vistas desde la cima de todo el Duranquesado son impresionantes. Pero tenemos ganas ya de llegar a Urkiola y poder llegar a la base de vida a cambiarnos y a descansar un poco.

 
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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com

Al inicio de la bajada ya coincidimos con la familia que con el peque a la cabeza han decidido subir a apoyarnos. Ahora solo queda dejarse caer hasta la base de vida de Urkiola. Llegamos de día y eso siempre te da una gran tranquilidad.

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Foto: ultrarunnerdreams@gmail.com
Un auténtico lujo. Puedo cambiarme tranquilamente en una habitación y limpiarme con agua los pies para quitarme todos los restos de tierra. Mantengo la camiseta interior comodín de Ultra Pirineu y me cambio la demás ropa. Decido no ponerme más ropa ya que, aunque está anocheciendo y es cuando más frío hace no creo que pase frío y sino tengo los manguitos preparados.
Alain me ayuda con la ropa y revisa que todo esté bien: alimentación, hidratación y frontal. A pesar de su corta edad, mi confianza en él es del 100%. Me conoce muy bien y sabe lo que necesito en cada momento. Le pido algún gel más y le extraña, le explico que creo que la subida a Oiz no va a ser buena y que tiraré de gel en lugar de chocolatinas.
Las zapatillas elegidas para hacer los últimos 37 kilómetros son una Hoka One One Speedgoat2. Zapatillas muy rodadoras, amortiguadas y anchas perfectas cuando los pies están un poco tocados. Hay que tener especial cuidado con las zonas técnicas, no sujetan el talón mucho y pueden darnos un susto.
Una vez cambiado, toca reponer fuerzas para la última batalla. Me como dos platos de espaguetis con tomate que me sientan de maravilla. Estas un poco templados, pero yo estoy muy acostumbrado a comer pasta fría y me sientan de maravilla. Esto acompañado de caldo y café de postre hace que sea una cena de auténtico lujo.
Y hasta aquí esta crónica y en breve la última que irá del Km 163 en Urkiola al Km 200 en Gernika.
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