
09 May Dandolo todo sobre la bicicleta indoor
No acabo de encontrar una palabra adecuada para referirme a la bicicleta indoor. En mi caso, como he contado en ocasiones anteriores, no tengo espacio para montar la bicicleta de carretera sobre un rodillo, así que tengo una bicicleta fija, similar a la que podríamos encontrar en un gimnasio.
El tenerla en casa, me simplifica muy la planificación de los entrenamientos de cicloindoor. Ahorro mucho tiempo y la inversión ya está sobradamente amortizada. Dependiendo de los días, esta máquina infernal es más una máquina de tortura que una bicicleta. A diferencia que con la bicicleta al aire libre, el paisaje no cambia de hecho se reduce a la habitación en la que está la bicicleta y por general lo que sudas sobre esta bicicleta no lo haces cuando vas en la de carretera o en la de monte. Se suda mucho, tal y como se ve en la foto de inicio del post.
Es cuestión de acostumbrarse al calor, al sudor y a mirar fijamente a mi reloj Garmin Fenix 5X Plus donde previamente he cargado el entrenamiento. El vigila que estoy haciendo el entrenamiento correctamente y sino me avisa para que me ponga las pilas o para que libere un poco el pedal. Gracias a él, mis entrenamiento se reducen a dar pedales y el se encarga de decirme durante cuánto tiempo y a que pulsaciones.
Así que prácticamente me paso todo el entrenamiento mirando la pantalla par ver si estoy centrado a la zona de trabajo o estoy por debajo de ella y me tengo que poner un poco las pilas.
Hoy tenía 1 hora de cicloindoor buscando la continuidad del pedaleo y mantener a lo largo de toda la sesión dentro de las zonas metabólicas indicadas. El objetivo de este tipo de entrenamiento es mejorar la base aeróbica y la resistencia al ejercicio de larga duración, con la ventaja de no sobrecargar las articulaciones con otros tipos de sesión como la carrera.
Durante el entrenamiento he buscado una resistencia media-baja y una cadencia alta de pedaleo. Esto me ha permitido mantenerme en las zonas metabólicas indicadas.

Un deportista y en particular, un corredor de larga distancia no solo entrena sus músculos o articulaciones también tiene que entrenar a todo su organismo para que pueda afrontar el esfuerzo y los mecanismos para adaptarse a ese esfuerzo. Entrenamos la alimentación, la digestión, la hidratación y sobre todo la mente. Nuestro estómago se tiene que acostumbrar a hacer la digestión de la comida sólida que hemos tomado en un avituallamiento o en una base de vida (aquí solemos comer como si no hubiera un mañana) mientras nos ponemos de nuevo a correr. No es una proceso natural y tenemos que entrenarnos nosotros y nuestro organismo.
Tenemos que aprender a escuchar a nuestro organismo. Debemos conocernos mútuamente y llevarnos bien necesariamente. Fruto de los entrenamientos, pruebas y los años, identificamos que nos sienta bien a nosotros y que es lo que nuestro organismo procesa correctamente. Esto es muy particular y debemos alejarnos de cumplir a rajatabla lo que comen otros. Lo que a ellos, le sienta bien a ti puede que no. Pero, todavía es más complicado. Puede haber alimentos que de forma natural te gusten y te sienten de maravilla pero que en carrera no los puedas tomar, porque tu organismo bajo condiciones de estrés o de esfuerzo no es capaz de digerirlos. Si los ves en el avituallamiento, NO LOS PUEDES CONSUMIR, sino todo tu entrenamiento se puede ir a la basura por problemas de estómago y por tanto, por no poder alimentar a tu cuerpo.
Se necesita mucha disciplina y rigor. Eso lo da, los entrenamientos y los años de adaptación. Hoy durante el entrenamiento a partir del minuto 45 y ya con unos charcos de sudor importante en el suelo me he empezado a encontrar un poco vacío y además a mis piernas les costaba mantener el ritmo. Han sido 5 minutos y una vez superada esta situación de readaptación, las piernas han funcionado perfectamente pudiendo acabar muy fuerte.
Los 19 Km del martes los disfruté mucho porque pude correr a unos ritmos altos y sobre todo al aire libre mientras amanecía una mañana maravillosa. El entreno de hoy, complementa a estos kilómetros del martes y a demás sí hacer sufrir a mis articulaciones. No todo es correr y eso nos cuesta mucho aprenderlo pero creo que es en parte el secreto de una buena preparación. Otro es rodearte de un equipo humano y técnico profesional en el que puedas confiar al 100 %. En ellos pongo toda mi confianza y sé que todo lo planificado está orientado a conseguir mi mayor rendimiento en carrera.
Muchas gracias, equipo
Aitor
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