2022 Bilbao Bizkaia Marathon – DESDE DENTRO

10 Mar 2022 Bilbao Bizkaia Marathon – DESDE DENTRO

ANTECEDENTES

Diez años separan estás dos fotografías. La última vez que corrí un marathon en asfalto fue en la IV edición del Marathon Nocturno de Bilbao. Qué rápido pasa el tiempo y cuántos kilómetros de por medio entre ambas fechas. Aquel octubre de 2.012 logré alcanzar la meta en 2:59: 24 y diez años más tarde he necesitado unos minutos más para completar el reto 3:15:33. Aquel 20 de octubre de 2.012 era de noche, la lluvia nos estuvo castigando toda la carrera y el público a partir del kilómetro 21, coincidiendo con la llegada de la prueba de la media marathon, desapareció. Los corredores, tuvimos que afrontar los últimos 21 Km en soledad, con algún ánimo espontáneo de algún familiar nuestro o de otro participante por un circuito abierto al tráfico de Bilbao. Tan solo, cada una serie de metros algún cono mal señalizado advertía a los conductores de nuestra presencia.

En el día de ayer, domingo 6 de marzo, ocurrieron muchas cosas y todas no fueron estrictamente deportivas. La organización de la prueba hizo muchas cosas mal pero también hizo alguna bien. El corte total a la circulación de vehículos dentro del circuito de la marathón fue una de ellas. Yo que en Bilbao ya he corrido más de 2 marathones, esto no lo había visto jamas con ninguna organización. Este corte circulatorio, unido al acierto de emplear los paseos y los carriles de bicicleta para desarrollar el itinerario de la marathón favoreció que el publico de Bilbao se volcará con los participantes de la marathon. Hace mucho tiempo que en Bilbao, no veía al público tan entregado y tan volcado en animar a los corredores cómo lo vi en el día de ayer. El público de Bilbao ayer, estuvo de 20 y en cierta medida la organización contribuyó a ello.

LA PREVIA

¿Cómo y cuándo alguien puede tomar la decisión de inscribirse a un marathon de asfalto. ?

Lo normal, cuando un deportista se plantea correr un marathon en asfalto, es incluir la carrera en la planificación del año. Esta prueba de 42.195 metros requiere de muchos entrenamientos y sacrificios que debe estar correctamente planificado. Preparar una maratón requiere de hacer muchos kilómetros semanales, entrenamientos de fuerza, cambios de ritmo / series en asfalto o pista. Un marathon no regala ni un metro. Si aumentas tu ritmo, lo pagas. Si vas por debajo de tu ritmo, lo pagas. La única manera de sobrevivir es intentar hacer en cada kilómetro lo que toca y eso mentalmente supone un estrés mucho mayor que los 42.195 metros de la prueba.

dropcaps color=’#ffffff’ background_color=’#272727′ border_color=» type=’square’]N[/dropcaps]o es la primera vez, que corro un marathon es asfalto pero si que es cierto que desde que me he centrado en carreras de ultra distancia en la montaña, las carreras en asfalto, han quedado en un segundo plano. Hasta tal punto que la última vez que corrí un marathon en asfalto fue hace diez años. Los objetivos personales para 2022 son muy exigentes. Tras un año 2021 , donde el entrenamiento se basó en muchas horas y kilómetros sobre mi bicicleta inteligente WAHOO KICKR BIKE en la primera parte de la temporada con tiradas de 200 Km y por encima de las 6 horas sobre la bicicleta en el interior de casa, fundamentó las bases para salir a la montaña. El inicio fue muy duro, muchos entrenamientos andando para poco a poco poder comenzar a correr. Un entrenamiento que me se demostró que fue muy efectivo para poder afrontar los retos de 2021. Era una preparación muy orientada a fortalecer las piernas de cara a poder afrontar los grandes desniveles de VDA – Val d’Aran de Aran by UTMB© (162 Km) o los 100 Km más largos del mundo de la Canfranc-Canfranc 100K. Ambas carreras con desniveles muy fuertes, tanto subiendo como bajando y con una complicación técnica importante. No son carreras donde se pueda correr mucho, salvo en kilómetros muy concretos. El ritmo corriendo no es algo en lo que haya que poner especial interés en su preparación.

Para 2022 el ritmo, era una asignatura pendiente. Este año, Dios mediante, en Agosto correremos la ULTRA-TRAIL DU MONT-BLANC by UTMB©. Una carrera de 100 millas (168 Km) que le da la vuelta al MONT-BLANC tras atravesar 3 países: Francia, Italia y Suiza. A pesar, de sus 10.000 de desnivel positivos, es una carrera muy rápida, cuyo terreno permite correr durante muchos kilómetros. Poder hacer esos tramos a un buen ritmo, permite avanzar kilómetros más rápidamente y al final estar el número menos de horas posibles en carrera.

Por esta razón, la primera parte de la temporada, está centrada en el asfalto. Inicialmente no tenía intención de participar en ninguna carrera en ruta, pero todo es empezar y coger el gusto a correr rápido. El 28 de noviembre 2.021 participamos en la tradicional carrera de Santurce – Bilbao (13,5 Km) y en febrero corrimos otra clásica del calendario, Las Arenas – Bilbao (11,9 km). LO que no entraba para nada en mis planes, era correr un marathon en asfalto.

El responsable de esto, ha sido sin saberlo: Aitor. El pasado 26 de febrero se celebró en la Pista Cubierta de Anoeta (San Sebastían) el Campeonato de Euskadi sub18 de Pista Cubierta. Alain corría a la mañana los 1.500 m y a la tarde los 800 m, así que tocaba estar el sábado en esta magnífica instalación. Durante la mañana, coincidí con Aitor que me comentó que iba a participar en los 42 Km de la Bilbao Bizkaia Marathon. Me comentó cuál era el ritmo que se había marcado por kilómetro y algo cortocircuitó mi cerebro. La idea de apuntarme, empezó a ser cada vez más fuerte en mi cabeza. A la hora de comer, ya lo comenté con la familia y comenzaron las risas. A la tarde, volví a hablar con Aitor y le comenté que me estaba planteando participar en la prueba. Ya me había liado, ahora solo quedaba saber, si todavía me podría apuntar. Pero no sé, por qué razón, tenía claro que si me podría apuntar.

A llegar a casa, el sábado, lo primero que hice fue mirar si había posibilidades todavía de apuntarme y efectivamente todavía me podía apuntar. Pero antes de formalizar había que hacer un test para validar que había garantías para poder afrontar este reto. Pero había muy poco tiempo, la prueba era el 6 de marzo. Justo faltaba una semana. Con el tiempo tan justo, el domingo tocó madrugar para hacer un test de 21 kilómetros. El itinerario elegido, fue el tramo del marathon que conecta Bilbao con las playa de Ereaga. Es un trazado, prácticamente llano donde el principal problema puede ser el viento, que generalmente suele soplar siempre en contra, tanto en la ida, como en la vuelta. Este recorrido era el entreno habitual de los sábado cuando preparaba las carreras de 21 Km. El marathon nunca ha sido una prueba que la haya preparado específicamente, siempre ha sido estirar la preparación específica de los 21 Km con algún día específico de 30 Km.

El test fue muy bueno, prácticamente estaba en los tiempos del último que hice para la Media Marathon de Donosti en 20212. Ahora solo quedaba completar la inscripción en la página de Rock the Sport, que a este paso me vas a tener que hacer descuento.

LA CARRERA

La primera edición de cualquier prueba deportiva, es una completa incertidumbre. Lo logística que implica una prueba de estas características es enorme y hay muchos factores que pueden provocar que la prueba sea un éxito o un fracaso. La empresa organizadora de la prueba, es la punta de la pirámide. Las administraciones públicas y los patrocinadores son el apoyo económico necesario. Sin embargo, la base de la pirámide y los que sustentan cualquier prueba deportiva son los voluntarios. Estos aficionados al deporte, lo hacen de forma altruista. No tienen ningún tipo de compensación económica por su trabajo y en el mejor de los casos reciben de los organizadores una camiseta y un pack de comida (bocadillo + botella de agua). Sin ellos, no es posible. En una primera edición, poder contar con un número de voluntarios grande, es realmente muy complejo. Requiere de un trabajo previo de captación de voluntariado muy específica orientado a fortalecer esa masa social que toda prueba deportiva requiere. Son muchos los cruces de carretera que hay que cubrir y muchos los avituallamientos que asistir. Son muchas las horas que por pura pasión nos dedican estas personas a cada uno de los participantes para que cumplamos nuestros sueños.

¿Qué fallo el domingo 6 de marzo en la Bilbao Bizkaia Marathon?

Falló la organización. Su mala previsión puso en riesgo y en muchos casos, acabó con los sueños de muchas corredoras y corredores.

La carrera de 10 K esta planificada que se diera su salida a las 8:30 A.M y la salida de la marathón estaba planificada para las 9:30 A.M. Finalmente en mitad de una confusión absoluta, se dio la salida de las dos pruebas de forma simultánea a las 10:00 A.M. Los participantes de la 10K tuvieron que esperar 1 hora y 30 minutos, sin ningún tipo de noticias y explicaciones. Los participantes de la marathon nos tocó esperar 30 minutos.

A lo largo, de todo este tiempo de espera la falta de comunicación por parte de la organización fue la tónica. En ningún momento, salvo minutos antes de las 10:00 AM nadie de la organización se dirigió a los participantes confirmando la fecha de salida de ambas carreras.

¿Qué supone para una corredora / corredor no notificar una hora oficial de salida para una carrera?

• Lo primero y más grave es la falta de respecto hacia los participantes por parte de la organización, los cuales han abonado una cantidad importante de dinero por recibir unos servicios y una atención.
• Lo segundo y muy relacionado con la salud, es el grave riesgo que tiene para cualquier deportista, iniciar una actividad deportiva de máxima intensidad, sin hacer un calentamiento previo. El riesgo de lesiones serias es muy elevado.
• La hidratación / nutrición previa a una carrera y especialmente para una marathon es la base para mantener un nivel de energía correcto en los primeros momentos de la prueba. Los primeros kilómetros, siempre son explosivos. Por mucho que intentemos controlar los ritmos, el grupo nos acaba arrastrando, quemando mucha energía y perdiendo gran cantidad de agua y de sales. Si no sabes la hora de comienzo de la prueba, no es posible planificar la hora para comer y beber. Si además, la prueba se retrasa mucho respecto el desayuno, quizás tengamos que reforzar la parte de nutrición o saldremos a correr faltos de energía
• La tensión en la salida, nos permite salir enchufados y concentrados en hacer los kilómetros a los ritmos que toca. En esta ocasión, la gente está muy enfadada y con pocas ganas de correr.
• Adiós a los cajones de salida y al mezclar la 10K con los participantes de la 42K, los ritmos son malos para todos. Afortunadamente los primeros metros de salida desde el puente de la Salve hasta la Plaza Moyua, discurren por los dos carriles de de Alameda Rekalde y hay espacio suficiente para ir cogiendo el sitio y los grupos de la marathon.

Nosotros, nos enteramos que algo pasaba con la carrera, cuando al ir a tomar el obligado café solo, previo a cualquier prueba, todavía había corredoras y corredores en la cafetería. Nos confirmaban que la salida de la 10K se había retrasado pero no se conocía oficialmente el horario de salida. La verdad que no le doy mayor importancia y sigo con lo planificado. Me tomo el gel de Maurten de cafeína, con un vaso de agua que hemos pedido en la cafetería. Nos dirigimos a la salida y nos confirman que no se sabe cuándo se va a dar la salida. A las 9:30 AM me pongo a calentar un poco. Suave, suave pero por lo menos estoy con la cabeza entretenida en correr en lugar de comerme la cabeza, sobre el inicio de la carrera. Estoy sorprendidamente, tranquilo. La experiencia me dice que para lo único sirve ponerse nervioso es para perder la concentración y las ganas por correr.

Finalmente a las 9:45 AM se empieza a confirmar que la salida, se va realizar a las 10:00 AM. Entre pitos y chillidos, se oye a la organización confirmar que la prueba de 10K y 22K salen juntas a las 10 AM. Todo son nervios e improvisación, incluso el baile tradicional de inicio de carrera «el aurresku» de honor, se repite hasta en 3 ocasiones. Estamos todos los participantes mezclados y por fin se oye el pistoletazo de carrera. Un auténtico lio de corredoras y corredores, intentando salir cuanto antes. Lo que cuenta es el lector del arco de salida, a partir de ese momento sí que no hay que dormirse. Las liebre se han ido hacia adelante, el descontrol es total pero yo voy a lo mio. Bastante tengo, con mantener el ritmo endiablado de carrera con el que hemos iniciado la salida. Al final, los unos arrastramos a los otros y hay que tener mucho cuidado para medir bien los ritmos.

El primer kilómetro, lo paso en 3′:58″», demasiado rápido. Afortunadamente, podemos correr sin problemas, al ritmo que cada uno quiera. En este inicio de carrera es fundamental ir cogiendo tus ritmos y no volvernos locos. Los primeros 10 K de la marathon son fundamentales. El paso del 5K

lo paso en 0:21:20 . Giramos en la Gran Vía y derechos hacia el Museo Guggenheim. Al llegar al Puppy giramos dirección a la Plaza Euskadi y cruzamos el Puente de Deusto para alcanzar el paseo de Abandoibarra. En la bajada, la organización a puesto gran cantidad de voluntarios indicando que los corredores de la 10K tienen que ir a la izquierda y los de la 42K a la derecha. Todo está perfectamente indicado. En esta ocasión la organización, ha hecho un buen trabajo, en un lugar complicado.

Una vez, alcanzamos el Paseo de Abandoibarra giramos dirección a la derecha, dirección el Puente de Euskalduna. El km 7 se encuentra junto al puente que une Deusto con la isla de Zorrozaure y el Km 10 casi a la finalización de San Ignacio y muy cercano al inicio de tomar la carretera de la ría que nos conducirá hasta los municipios de Erandio, Leioa y finalmente Getxo. El paso del Km 10 lo hago a 0:43:30. y comienzo el tramo de la ría en un grupo que me llevan al inicio un poco con el gancho. Poco a poco, me voy adaptando mejor, según pasan los kilómetros.

Al paso por Erandio, me sorprende la cantidad de gente que hay animando al paso de los corredores. Unos kilómetros más adelante, a la entrada de Leioa, un orfeón nos da la bienvenida al municipio. Entramos en el tramo, donde más viento nos podemos encontrar y sin embargo no había viento. Sin darnos cuenta, ya estamos entrando en las Arenas y ya vemos el Puente Colgante. Aquí Yolanda de Sopelana, está haciendo fotos que a buen seguro compartirá de forma gratuita en su blog. Saludo a una pareja de atletas con los que he coincidido en muchas carreras, tanto propias, como de nuestros hijos. De hecho, luego en el avituallamiento del kilómetro 21, me encuentro con su hijo que está ayudando a que nos hidratemos correctamente. Cuántas veces le he animado yo y ahora recibo con muchas ganas y cierto orgullo sus ánimos.

La Avenida Zugazarte, siempre se ve hace muy larga. Entrenando siempre es el peor tramo y en carrera, no va a ser diferente. Sin embargo, es comenzar a bajar por el carril bicicleta y cambiar todo. Casi sin darme cuenta llego, al kilómetro 19,5. Momento en el que comenzamos la vuelta hacia Bilbao. El tiempo de paso por este punto es de 1:24:02. Ahora vamos a por el kilómetro 21 y lo completo en 1:32:33. El tiempo de la media marathon no está nada mal Hoy el objetivo no es bajar de las 3 horas, como en otras ocasiones. Hoy se trata de mantener un ritmo y no destrozar el cuerpo demasiado que el lunes tenemos que volver a los entrenamientos. En el avituallamiento está repartiendo las bebidas, Peio. Magnífico atleta y una gran persona. Sus padres estaban animando en el Puente Colgante y él está echando una mano en el avituallamiento de la media marathón junto al puesto de la Cruz Roja.

A partir de este kilómetro, no me vuelvo loco. Decido mantener un ritmo propio en lugar de intentar encajar en el ritmo de algún otro participante. Me encuentro anímicamente muy bien pero empiezo a notar molestias en la planta del pie, se me están recalentando demasiado y muscularmente empiezo a notar el paso de los kilómetros. Estoy corriendo con unas ADIDAS BOSTON 10 que están funcionando muy bien pero con las que solo he podido hacer 19 Kms antes de este marathon. Esto es algo que nunca se debería de hacer y de hecho me está limitando un poco el ritmo pero si la inscripción a la carrera fue precipitada, la compra de las zapatillas, aún más. En una próxima entrada de esta web, la dedicaremos a mis zapatillas rápidas o voladoras.

La vuelta de la Avenida Zorrozaure, ya no se hace por la calzada sino por el carril bici del paseo que pegado al mar. Llegamos a la playa de las Arenas, tras pasar por el Club Marítimo del Abra. Ya desde el monumento a Evaristo Churruca, se ve el Puente Colgante donde sigue habiendo una cantidad muy importante de gente animando a los participantes de la marathon.

Terminamos el paseo y de nuevo estamos sobre la calzada en dirección a Bilbao. El Km 25 se encuentra en la gasolinera de Astrabudua y lo lo pasamos en un tiempo de 1:50:50. Nuestro próximo objetivo es llegar a Erandio. En esta localidad, a la ida había mucho público animando y seguro que toda esa cantidad de ánimos me van a venir bien.

A la llegada al avituallamiento de este municipio, el público no para de animar, me llevan volando. Ya solo queda un pequeño esfuerzo más para alcanzar San Ignacio en Bilbao que marca definitivamente el final del tramo de carretera de la ría. A la altura del club de remo de Deusto, se encuentra él Km 30 que lo paso en 2:35:47. El ritmo es bueno pero el temor a unos calambres que ya han empezado a llamar a la puerta, no me atrevo a alargar más la zancada. Tengo realmente miedo de que me pegue fuerte y tenga que pasar de correr a andar. El tiempo, pasa muy rápido y es más optimo bajar un poco el ritmo que intentar aumentarlo y tener que parar. La buena noticia, es que estamos ya en las calles de Bilbao, que ya hemos hecho 30 kilómetros, que hemos superado con nota el tramo de la ría y que ya solo quedan 12 kms que conozco y que los he recorrido muchas veces.

A partir, del puente de Euskalduna, el marathon se desarrolla por el paseo de Abandoibarra para posteriormente coger el carril bicicleta. Es la hora del paseo, el tiempo es muy agradable y por tanto está lleno de gente. Sorprendentemente y gracias a los voluntarios de la organización, en ningún momento nos encontramos a nadie paseando o andando en bicicleta por la mitad de nuestro recorrido. Algo que es algo bastante tradicional en las carreras en Bilbao. Sin remontarnos mucho en el tiempo, ocurrió en la pasada Santurce – Bilbao y en las Arenas – Bilbao. En esta ocasión había mucho más riesgo, ya que el paseo es más estrecho pero por alguna extraña razón nadie invade la zona señalizada para correr.

Estos últimos kilómetros se va a hacer muy duros. Siempre es una zona que se me hace un poco de bola. Parece que los kilómetros se alargan. A la altura de la Universidad de Deusto, encontramos una batucada tocando sus tambores a todo trapo. El ritmo que marcan los tambores es imposible de seguir, tengo que intentar no oírlos o me voy a bloquear. A esto, se le suma los gritos de la gente que no paran de animar y que te motivan una barbaridad pero que tienes que tener mucho cuidado de no alucinar tanto que te salgas de ritmo.

Nosotros vamos por el carril bicicleta camino del control del Km 38 pero paralelos a nosotros están corriendo los participantes que ya van hacia meta. Nosotros tenemos que pasar antes por debajo del Puente del Arenal (ellos lo pasarán por arriba), para luego llegar hasta el Puente de la Merced (detrás del Teatro Arriaga) para comenzar la vuelta hasta el Puente de Euskalduna. Una vez, pasado el avituallamiento del Ayuntamiento de Bilbao y siguiendo por nuestro camino, si salirnos a la calzada, encontramos el giro a la derecha que nos permite cruzar el Puente del Arenal por debajo para recorrer el itinerario descrito con anterioridad.

Es cierto, que hay un punto donde el número de cintas existentes puede lugar a provocar equivocación y que justo en ese punto no hay nadie de la organización a quien preguntar. Pero también es cierto, que si no te sales a la calzada y invades el recorrido de los participantes que van ya para meta, la posibilidad de confusión es menor. En toda carrera, especialmente en montaña pero también en asfalto debemos revisar el recorrido y intentar memorizarlo, especialmente en aquellas zonas donde se pueda proveer confusión.

La vuelta hasta el Puente de Euskalduna lo hacemos a buen ritmo. El Km 38 lo hemos pasado en 2;53;47 y estamos consiguiendo mantener un ritmo digno. Me gustaría ir más rápido, pero estoy muy contento del ritmo que estoy manteniendo para no haber preparado esta carrera. Es más, estamos en la segunda semana de carga del segundo bloque y he tenido que bajar los kilómetros diarios para sobrevivir este domingo.

Volvemos a estar de nuevo en el Arenal y esta vez, el puente lo pasamos por encima, en lugar de por abajo. Tenemos un poco de cuesta y tengo que tirar de brazos para mantener el ritmo. Un voluntario me indica que entro en el último kilómetro. Parece que no iba a llegar nunca y ya estamos enfilando los metros a meta. Los últimos metros son muy emocionantes, muchas cosas y muchas personas me pasan por la cabeza. Estoy a punto de terminar este marathon al que me apunté a última hora, al que he venido a probarme y él que realmente me ha puesto a prueba. Los últimos metros los hago aun ritmo endiablado. Un ultra fondista de montaña, siempre guarda por lo que pueda ser y no es fácil de cambiar el chip cuando corres en asfalto, con toda la seguridad de hacerlo en una ciudad, en lugar de en pleno monte.

Por fin, cruzo la línea de meta, en un tiempo de 3 :15:33. Muy contento de lo conseguido y de ver cómo el pueblo de Bilbao se ha volcado en animar a los participantes de la marathon. Algo está cambiando, la cultura del deporte poco a poco se calando entre los ciudadanos y cada vez son más conscientes de la importancia de animar y apoyar el esfuerzo de todos lo participantes. Algo está cambiando y esto me emociona mucho.

CONCLUSIÓN

• Una organación con muchas ganas e ilusión que ha cometido un error de previsión de voluntarios que ha acabado con la ilusión de muchos participantes. El mayor problema, además del retraso de la salida ha sido la falta de información de la organización hacia los corredores.
• Unos voluntarios que han estado espectaculares durante toda la carrera y que se han visto abandonados por la organización en el inicio de la carrera. La organización los ha dejado solos frente a unos participantes que demandaban información.
• El público ha estado espectacular durante toda la prueba. Me ha sorprendido mucho.
• El circuito ha estado cortado al 100% para los coches. En los muchos años que llevo participando en maratones en Bilbao, no había visto nunca un corte de tráfico tan radical. La seguridad en el tramos de la ría, era fundamental y no siempre se ha conseguido.
• El recorrido de este marathon emplea muchos paseos y carriles bicicleta que están abarrotados los domingos. En esta ocasión no hemos tenido ningún problema con el público.
• Correr con mochila y con la ropa de trail no es lo más efectívo para correr una marathon de asfalto y de seguir participando en carreras de asfalto habrá que cambiar de equipamiento. Sin embargo, un gran entreno de cara a las carreras de ultra distancia en montaña que me esperan este año.