En el deporte, en el trabajo y en la vida en general debemos amar lo que hacemos, nos debe apasionar y sino deberemos cambiar. Los humanos somos supuestamente seres racionales y eso implica que necesitamos seguir aprendiendo para vivir y evolucionar, si no lo hacemos acabaremos en una profunda depresión porque nuestro día siempre será siempre igual. Todos los días serán como el día de la marmota. Alejemonos de la monotonía, esta lo mata todo. Existen veces en la vida que tienes que bajarte un rato del mundo y dedicarte a observarlo desde fuera. Igual que lo hacen con nosotros los satélites o quién sabe si también los marcianos. La pasión debe ser el motor de nuestra vida, lo que nos haga disfrutar de cada momento por duro que este suponga, porque sabes que realmente merece la pena.
Si no te apasiona lo que haces diariamente acabarás muriendo en vida. Cambia y vuelve a la vida seguro que el mundo te lo agradecerá. Todos tenemos talento, seguro que ya sabes cual es explotado
Salir a entrenar 5 horas generalmente no apetece nunca. La mayoría de las veces solo o en compañía de algún grupo musical que entrenamiento a entrenamiento se repite en tus oídos. Mira que hay muchas opciones pero curiosamente siempre escuchamos los mismo, una y otra vez. Solo si te apasiona estar en la montaña serás capaz de disfrutar de ella aunque el día no sea para ello. Cuando sacas el niño que todos llevamos dentro cada paso se convierte en un juego, en una oportunidad de saltar de trepar o de pisar enormes charcos de barro. Nosotros tenemos la suerte de modernos manchar y mojar todo lo que queremos. Nadie nos va decir nada. Simplemente debe ser divertido para nosotros. Cada kilómetro es una novedad, incluso ese, en el que te tropiezas todos los días con la misma rama. A veces tienes la suerte de ver algo tan impresionante que prefieres grabarlo en tu retina en lugar de en la tarjeta de memoria de un móvil, por si nos perdemos algo. Eso es pasión
Somos privilegiados tenemos la oportunidad de correr, saltar, disfrutar de los paisajes o oír el sonido de los bosques. Es nuestra obligación de disfrutar por todos aquellos que no pueden.
Disfruta de cada kilómetro y sonríe siempre que puedas, somos unos afortunados